Menu

Proyecto Visión 21

Ya comenzamos a delegar en la inteligencia artificial nuestra autodestrucción

En el contexto de una guerra en Europa (¡una más!), otra masacre en Estados Unidos (¡otra más!) y un mundo convulsionado por innumerables problemas, desde el creciente número de leyes retrógradas y opresivas hasta la inmensa capacidad de muchas personas para negar lo innegable, la pregunta que obviamente surge es: ¿Qué nos pasa?

Una respuesta inicial, también obvia, es que, desde el inicio mismo de la humanidad como tal, sea Caín y Abel, Set y Osiris, o dos cavernícolas anónimos, o el mito o narrativa que cada uno prefiera, los seres humanos siempre se han dedicado a matar a otros seres humanos. Y nuestra época, globalizada y tecnológica, no es distinta. 

Otra respuesta, cada vez más difundida, es que, precisamente por la globalización, resulta inevitable estar en contacto con “los otros”, quienes quieran que esos “otros” sean. A la vez, esas cámaras de eco que llamamos redes sociales difunden y amplifican mensajes de intolerancia, odio y violencia e incluso incitan a acciones violentes. (Los ejemplos son muchos.)

Entonces, si desde siempre nos hemos matado unos a otros por los motivos más ridículos e inverosímiles (o sin motivo alguno), y si ahora podemos matarnos unos a otros (y a todo el planeta) gracias a nuestros “avances” científicos y tecnológicos, además de la autodestrucción, ¿qué sigue?

La reciente respuesta que ofrece a esa pregunta el Dr. Louis Rosenberg (pionero de la realidad virtual y otras tecnologías avanzadas) resulta tan asombrosa como reveladora: nosotros, los humanos, estamos a punto de delegar en una inteligencia artificial realmente inteligente la tarea de nuestra destrucción.

Si no fuese por las impecables credenciales de Rosenberg (incluyendo ser el creador del primer sistema de realidad aumentada en 1992), tal aseveración resultaría ridícula y fácilmente descartable. Pero, como argumenta Rosenberg, estamos construyendo una inteligencia artificial general que desde su nacimiento conocerá en detalle la mente humana, pero no tendrá ética alguna.

Rosenberg describe a esa inteligencia artificial (que se activaría en unos pocos años) como “una mente alienígena diseñada para entender todo de los humanos” y, por lo tanto, “influenciar sus creencias y modificar sus opiniones”. Esa mente artificial ya se está gestando y, según este experto, no hay manera de protegerse de ella ni de contenerla. 

Al compartir estas observaciones no buscamos ser alarmistas, pero podría darse el caso que, como dice Rosenberg, que el momento de prepararse para la llegada de una inteligencia artificial súper humana ya pasó. Dicho de otro modo, agrego yo, estamos gestando un Golem que, contrariamente al Golem de la leyenda, no conoce la diferencia entre verdad y muerte. 

En definitiva, de la misma manera que hemos externalizado (delegado) en la tecnología muchas de las funciones que antes eran exclusivamente humanas (las redes sociales funcionan como nuestra memoria externa y como un cerebro artificial global), ahora planeamos delegar en nuestro propio descendiente no humano la tarea de terminar con la humanidad. 

Incluso si ese aterrador pensamiento es sólo una ilusión (aunque todo indica que no lo es), aun así, debemos replantearnos nuestro futuro. 

Go Back

Comment

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.