Menu

Proyecto Visión 21

Una inesperada reunión con viejos amigos

Francisco MiravalPor esos caprichos de la vida, recientemente decidí, sin haberlo planeado, ir a una tienda donde venden libros usados, sólo para ver si allí habría algo de interés (como si me resultase difícil encontrar algún libro que no sea de mi interés). Allí, en el lugar menos esperado, me sorprendió encontrarme no con libros sino con viejos amigos.A algunos de esos amigos los conozco desde hace muchos años. De hecho, nos conocemos desde hace tantos años me han acompañado en los viajes y en las etapas de mi vida. Otros son amigos más recientes, pero no por eso dejan de ser una parte importante de mi vida.Algunos de esos amigos los conocí simplemente porque alguien me los presentó. En otros casos, nos encontramos uno frente al otro por las “casualidades” que a veces hasta parecen dirigidas. Como siempre sucede, hay amigos en común y otros para los cuales sólo yo soy el nexo entre uno y otro.Me llevó algunos minutos para recuperarme de la sorpresa de encontrarme con ellos en el lugar y en el momento menos esperado pero, una vez recuperado, comenzamos un calmado diálogo que duró varias horas para ponernos al día cada uno sobre la vida y las ocupaciones y preocupaciones de los otros. Debo confesar que, sin excepción, me pareció que lo que mis amigos habían logrado supera con mucho no sólo lo que yo “logré” (así, entre comillas), sino lo que yo puedo soñar o aspirar algún día a lograr.Algunos de ellos se han dedicado a escribir libros y otros son reconocidos académicos. Algunos se dedican a viajar y a relatar sus aventuras y descubrimientos en esos viajes. Otros prefieren pasar los días detrás de un escritorio (siempre el mismo escritorio) y desde allí realizar sus contribuciones a mejorar este mundo. Algunos, según me enteré, han alcanzado altísimos puestos en sus respectivas organizaciones, por lo que no me caben dudas que serán recordados y respetados por largo tiempo en el futuro. Otros prefieren mantenerse casi anónimos, compartiendo como por cuentagotas su inmensa creatividad.Ninguno de ellos, es cierto, se acomoda a los moldes típicos de nuestra sociedad, pero eso no significa que no hayan aprendido a por lo menos fingir ese acomodamiento para vivir una vida respetablemente feliz, a pesar de alguna que otra circunstancia trágica. Algunos de estos amigos se fueron a los pocos minutos de la reunión, mientras que otros pudieron quedarse uno poco más de tiempo para continuar el diálogo. En uno y otro caso, prometimos volver a reunirnos en el futuro cercano, sabiendo que una reunión como ésta, llena del sabor de lo inesperado, probablemente sea también irrepetible. Sea como fuere, al final de ese día no puede más que revisar en mi mente los nombres de cada una de esas personas y asombrarme de lo mucho que puedo y debo aprender de ellas. Ciertamente, esa es la clase de amigos que quiero tener: amigos que no temen enfrentarme con la verdad, pero lo hacen sin juzgarme.

Go Back

Comment

Blog Search

Blog Archive

Comments

There are currently no blog comments.