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Proyecto Visión 21

Billones de planetas, millones de años generan asombro y humildad

Los números cósmicos son tan enormes que resulta difícil visualizarlos o entenderlos. Por ejemplo, recientemente el Dr. Pieter van Dokkum, astrónomo de la Universidad Yale, anunció que en el universo, según el último cálculo, existen por lo menos 300 mil trillones de estrellas (un “3” seguido de 23 ceros).

Eso significa que “existe la posibilidad de que haya billones de planetas como la tierra orbitando esas estrellas”, dijo van Dokkum en el estudio publicado en la revista Nature. Y eso significa, puntualizó el astrónomo, que “aumentó grandemente la posibilidad la posibilidad de que exista vida en algún otro lugar del universo”.

La mayoría de las nuevas estrellas son enanas rojas, más pequeñas y menos luminosas que nuestro sol. Pero a la vez son estrellas millones y millones de años más antiguas que el sol. (“10 mil millones”, otro número difícil de entender).

Esa enorme cantidad de años “es tiempo suficiente para la evolución de vida compleja en los planetas que giran en torno a esas estrellas”.

En definitiva, en el universo hay más estrellas de lo que se suponía, y esas estrellas son más antiguas de lo que se creía. Y según van Dokkum y sus colaboradores, esas estrellas duran más que el sol

Por eso, la vida los planetas de aquellos sistemas estelares hasta ahora desconocidos tiene más tiempo para evolucionar, quizá de maneras muy distintas a las que vemos aquí en la tierra.

Pero aquí mismo, en nuestro propio planeta, también existen formas de vida muy extrañas, como los animales del fondo del mar o como el reciente anuncio de la NASA sobre la posible existencia de bacterias terrestres basadas en arsénico.

Además, según parece, tampoco conocemos demasiado bien nuestro propio pasado. Recientemente el arqueólogo Avi Gopher, de la Universidad de Tel Aviv, informó el descubrimiento de un diente humano en una cueva de Israel.

El diente es de un Homo Sapiens (nuestra especie) que vivió hace 400.000 años. Hasta ahora, los restos más antiguos relacionados con el hombre moderno eran de hace 200.000 años.

Gopher reconoció que se necesitan más investigaciones y análisis para determinar la procedencia y antigüedad del diente, indicando que en subsecuentes excavaciones podrían desenterrarse cráneos o esqueletos que permitan llegar a una respuesta definitiva.

Pero si los resultados iniciales se confirman, entonces “cambia todo lo que conocemos de la evolución”, enfatizó el arqueólogo en su artículo en la revista American Journal of Physical Anthropology.

Sea como fuere, parece que el universo es más grande y el ser humano más antiguo de lo que hasta hace un mes se creía. Y aunque futuros avances y descubrimientos científicos seguramente nos presentarán una nueva imagen del cosmos y de la humanidad, por lo menos podemos compartir una pregunta:

Con un universo tan enorme (con hasta 20 veces más estrellas de lo previamente estimado) y con una historia humana tan larga (por lo menos el doble de lo que antes se creía), ¿cómo es posible seguir creyendo que somos los únicos, los mejores y los más avanzados?

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