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Proyecto Visión 21

A veces conviene leer hasta el final y desprejuiciadamente

Francisco Miraval

El título de la noticia me resultó alarmante. Según una historia publicada por la Prensa Asociada y fechada en Boulder, Colorado, funcionarios gubernamentales habían iniciado un plan para remover a cientos de residentes ilegales de un lugar cercano a esa ciudad, ubicada al noroeste de Denver.

En seguida vinieron a mi mente el recuerdo de las redadas realizadas en frigoríficos de seis estados en diciembre del 2006 y la masiva redada en un frigorífico de Postville, Iowa, en mayo del 2008. Aunque no estuve en ninguno de esos lugares en el momento de los hechos, entrevisté luego a personas y familias afectadas, muchas de las cuales nunca se han recuperado.

Pensé también en incidentes menores, como los arrestos ocurridos en junio del año durante el llamado Festival de la Fresa en el oeste de Colorado, o como arrestos de indocumentados más recientes en una granja de productos diarios en el este de ese estado. Estoy seguro que los amables lectores podrán pensar o recordar incidentes similares en otros lugares.

Por eso, me abalancé sobre la historia para conocer los detalles. Básicamente, se sabe que los residentes ilegales no son nativos de Colorado y llegaron al área al este de Boulder hace aproximadamente un año, pero no se sabe quién los trajo. Se sabe también que la cantidad actual de residentes no autorizados es mayor que la cantidad que existía hace un año.

Por eso, agentes de varias reparticiones estatales decidieron que lo mejor era remover a los residentes no autorizados y hacer todo lo posible para evitar que regresen.

Hasta aquí la noticia de lo ocurrido al este de Boulder la semana pasada no difería en nada de historias similares que leí o que escribí sobre operativos para capturar y remover a residentes no autorizados. De hecho, me imaginé escenas caóticas, madres e hijos llorando, padres resignados y familias viviendo con miedo del presente y del futuro.

Pero esas escenas solamente existían en mi imaginación, como comprobé al seguir leyendo la historia. Es verdad que hace un año llegaron cientos de residentes no autorizados a la zona Thunderbird Lake en el este de Boulder. Y es verdad que las autoridades se movilizaron para capturarlos y removerlos, y que se hará lo posible para que no regresen.

Pero no se trató de un operativo de inmigración, como yo erróneamente asumí al leer el título de la nota y el primer párrafo, sino de un operativo del Departamento de Parques y Vida Salvaje de Colorado para capturar y remover a cientos de peces koi que alguien transportó ilegalmente hasta un lago cerca de Boulder.

Nunca hubo una redada, ni personas detenidas, ni familias divididas, sino sólo unos cuantos peces multicolores que cambiaron de domicilio para proteger a las especies locales, debido a que, según la historia, los peces koi generalmente dejan sin recursos a los peces locales, desplazan a la población local y traen enfermedades desconocidas por los residentes nativos.

Ya no estoy tan seguro de que estemos hablando sólo de peces.

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