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Proyecto Visión 21

¿Quién tiene la culpa de los problemas de los adolescentes? ¡Los inmigrantes!

¿Quién tiene la culpa de los problemas de los adolescentes en Estados Unidos? ¿Por qué muchos adolescentes no alcanzan un buen rendimiento académico ni tienen trabajo? ¿Por qué muchos de estos jóvenes tienen problemas de conducta? Según una funcionaria pública de Utah, la respuesta es sencilla: la culpa la tienen los inmigrantes.

Lynn Gillies, alcaldesa de la pequeña ciudad de Fairfield (72 km al sur de Salt Lake City) afirmó la semana pasada que los inmigrantes son los responsables de que los adolescentes estadounidenses tengan un mal presente y enfrenten un peor futuro.

El risible argumento debería ser prontamente descartado por su misma absurdidad sino fuese porque Gillies lo compartió durante su testimonio ante el Comité Interino de la Legislatura de Utah, encargado de implementar la reforma inmigratoria en ese estado (conocida como ley SB08-81).

Gillies dijo literalmente que, al permitirse la llegada de inmigrantes, “lo que hemos hecho es impedir que nuestros adolescentes encuentren los trabajos en los que pueden trabajar y que les daría una ética de trabajo, en vez de estar sin hacer nada hasta los 18 años con los pulgares en sus narices preguntándose ‘¿Y ahora qué voy a hacer’?”

En otras palabras, si los adolescentes estadounidenses no encuentran trabajo y no saben qué hacer en el futuro es por los inmigrantes.

Gillies basó sus declaraciones en su experiencia de tres años como alcaldesa de una ciudad de menos de 1000 personas, que perdió la mitad de sus habitantes en los últimos 20 años y en donde solamente viven (según City-Data.com) dos hispanos, ambos estadounidenses.

De hecho, según la misma fuente, esos dos hispanos ganan 100.000 dólares más al año ($345.000 contra $244.000) que los no hispanos de la región. Claramente, no son entonces los hispanos quienes les están dando un mal ejemplo a los jóvenes locales.

Gillies afirmó que los hispanos no hablan inglés. Sin embargo, en su ciudad, los dos latinos hablan inglés, pero los descendientes de europeos (especialmente italianos, alemanes y daneses) no los hablan.

Me llama poderosamente la atención que se haya elegido a Gillies para testificar sobre inmigración de latinos ante la legislatura cuando en su ciudad sólo 30 personas no son blancos y cuando Fairfield es una ciudad nueva (se fundó en el 2005).  Además, Gillies fue electa como alcaldesa con solamente 28 votos a su favor (según la oficina del vicegobernador de Utah)

¿Cómo se atreve entonces a opinar sobre inmigración y culpar a los inmigrantes por los problemas de los adolescentes?

Antes de acusar a los inmigrantes, habría que ver qué están haciendo los padres, maestros, y pastores o sacerdotes de esos jóvenes y analizar el papel de los medios de comunicación (con su sexualidad y violencia) y de la tecnología en la formación de los adolescentes.

Lo único que falta es que también se acuse a los inmigrantes por la inconducta del gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, y del presunto estafador Bernard Madoff.

Dejémonos ya de argumentos falaces y asumamos ya mismo cada uno nuestra propia responsabilidad.

 

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