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Proyecto Visión 21

¿De qué se trata “Parque Jurásico 2030?

Francisco Miraval

Recientemente yo iba manejando de regreso a la casa cuando frente a un cine vi, a la distancia, un cartel que anunciaba la película “Parque Jurásico 2030”. Como hace mucho tiempo que no voy al cine (me dicen que ahora las películas son en color) ni con los nuevos estrenos, me intrigó saber de qué se trataría la película mencionada.

Quizá, me dije, sería una continuación de las películas previas sobre el tema, ubicando la historia 15 después de nuestro presente. Después de todo, existen abundantes ejemplos de segundas y terceras partes que suceden (en la ficción) años después del original.

Mientras tanto, la dirección de marcha me acercaba al cine y, al llegar bien cerca, pude finalmente leer el cartel con claridad y enterarme que decía “Parque Jurásico 2D 3D”. Claramente, yo había confundido la “D” mayúscula con un cero, quizá porque no había ninguna separación entre “2D” y “3D”.

El cartel, entonces, no hacía referencia a un supuesto momento a una década y media en el futuro, sino a la opción de los espectadores de decidir con cuántas dimensiones (dos o tres) querían ver la película. Una opción que da mucho para pensar, porque, después de todo, ¿cuántas otras dimensiones existen que también podrían ser añadidas?

Hasta hace poco más de un siglo, no había ninguna opción porque ni siquiera había películas. Luego, la única opción era mirar las películas en blanco y negro y sin sonido. Eventualmente, se añadió sonido y luego color. Pero aun así las películas seguían siendo bidimensionales y el único lugar para verlas era en el cine.

En la actualidad, no solamente se puede elegir con cuántas dimensiones uno quiere ver la película, sino dónde y con qué artefacto uno lo hará. Y la pasividad del espectador casi desaparece al ser reemplazada por la constante interacción entre lo que sucede en la pantalla y ese espectador por medio de alguna aplicación para la tableta o el teléfono inteligente.

Quizá, entonces, en poco tiempo la nueva opción será algún tipo de experiencia holográfica de la que uno se sienta participando. Y si eventualmente se agrega una cuarta dimensión (temporal), las “películas” ya dejarán de serlo para convertirse en auténticos viajes en el tiempo. En vez de ir al cine a ver imágenes de dinosaurios, viajaremos en el tiempo hasta su época para verlos “en persona”.

Todo eso es, naturalmente, sólo especulación, como alguna vez también lo fueron muchos de los elementos diarios que ahora consideramos normales.

Sea como fuere, me dije, ¿de qué sirve poder elegir entre dos o tres dimensiones ficticias si, como decía Marcuse, somos seres unidimensionales viviendo en una sociedad unidimensional y pensando sólo pensamientos unidimensionales? Opciones ficticias, me dije, sólo crean la ilusión de libertad.

¿Por qué confundí “2D 3D” con “2030”? Porque yo estaba pensando en ese año porque, según un estudio presentado recientemente en la Reunión Nacional de Astronomía en Londres, en 2030 el sol “se dormirá” causando una nueva edad de hielo en el planeta. ¿Será verdad?

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